El gran reto 2016: crear una cultura del emprendimiento
- David Betancourt
- 13 abr 2016
- 6 Min. de lectura
En el foro económico mundial “Panamá 2014” quedó claro que Colombia es vista hoy día por la comunidad internacional como uno de los países más prometedores en materia de innovación y emprendimiento en el ámbito mundial y que América Latina se ha convertido en un importante jugador global.
Esta es, sin dudada, la década de América latina. Pero, ¿Qué le hace falta al país para que este objetivo se materialice y pueda ingresar a la lista de los 10 líderes en emprendimiento con fuerza continua y visión de largo plazo para así entrar, por ejemplo, al lado de Costa Rica en la lista de los delanteros globales en innovación? Hay que tener en cuenta que Colombia está en el lugar 60 del ranking a nivel global, según el Global Innovation Index.
En el juego del emprendimiento con creatividad es esencial mejorar la competitividad con mayor equidad y desarrollar una estrategia clara y con una visión de largo plazo para lograr posicionarse como la economía sostenible más dinámica y productiva en la región para el 2025.
Las tendencias en el país están caracterizadas por datos expuestos por el Monitor Global de Emprendimiento 2013, en donde la participación del 67% de las mujeres colombianas emprenden por oportunidad, mientras el 33% lo hacen por necesidad. Asimismo, el 70% de los colombianos consideran que hay buenas condiciones para crear empresa, el 54% piensan comenzar un negocio en los próximos tres años y el 89% cree que ser emprendedor es una buena opción de vida.
En ese sentido podemos observar que Colombia tiene potencial en esta área, ya que no solo es vista por el mundo como la gran promesa en materia de emprendimiento sino que tiene gran talento y fuerza de voluntad para lograr dicho objetivo. Sin embargo, éstas desde siempre han sido temáticas no muy relacionadas con la realidad de la estructura económica de los países en América Latina. Temas como la innovación, la vanguardia, propiedad intelectual, las patentes y todo el ingenio propio de las mentes más brillantes del mundo, han tenido un fuerte componente e influencia desde el exterior.
Hoy, en realidad, es posible construir una nueva utopía de la vida en donde las estirpes condenadas a Cien Años de Soledad, como lo expresó magistralmente Gabo, tengan de una vez y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra. Entonces la meta, en un futuro próximo, es que esa realidad cambie y sea mucho más cercana a Colombia.
Antes de analizar los retos a futuro para la competitividad y desarrollos sostenibles de Colombia, veamos algunos ejemplos alentadores:
-El ranking trimestral que elabora EY (ex Ernst & Young) y de Oxford Economics), en su última versión, que evalúa a los 25 mercados de más rápido crecimiento, en donde se toma en cuenta el tamaño de sus economías y población, su importancia de estrategias de negocios y el futuro potencial de rendimiento, Colombia se sitúa en el puesto 13.
-El estudio proyecta que el PIB nacional crecerá 4 por ciento, igual que la previsión de octubre. Se espera que la demanda interna se acelere, apuntalada por una baja inflación, un mercado de trabajo fortalecido y una política monetaria más laxa. "Colombia ha estado creciendo bien, pero parte de esto es por el beneficio de estos altos precios en los recursos minero-energéticos, por lo que ha conllevado a la apreciación de la moneda y esto es lo que genera el problema de la desindustrialización", sostuvo el nobel de economía Joseph Stiglitz, en el marco del Séptimo Foro Urbano Mundial en Medellín esta semana.
-Montería quedó entre las cinco finalistas entre 163 ciudades, y además ganó el premio a la capital colombiana de sostenibilidad que entregó el Fondo Mundial para la Naturaleza en Vancouver. La buena noticia para Colombia es que Montería quedó como la capital colombiana en sostenibilidad escogida por un jurado internacional y Medellín la ciudad con más votos obtenidos de la ciudadanía.
-Antioquia fue considerada como la cuna de la innovación en el país, lo que demuestra el inmenso potencial para brindarle al mundo. La transformación de materias primas, el capital humano y la educación son otros factores que se convierten en vehículos de cambio para los demás. Esta es la principal herramienta del emprendimiento y la innovación.
Principales Retos hacia 2025
Uno de los retos que tiene Colombia, además de implementar más programas de formación y acompañamiento a las Pymes, es promover mecanismos de financiación y generar redes de contacto que les permitan hacer relaciones públicas, tratar temas de innovación social y el conocimiento como base del empoderamiento, valores y ética en el emprendimiento y creatividad, entre otros. Sin embargo, el desafío más grande es el trabajo en equipo, generar redes dinámicas de colaboración entre las entidades públicas con el sector privado, sin dejar de lado el papel de las universidades y ONG en esta cadena de cambios y transformaciones creativas. Esta es una alternativa para convertirnos en líderes autónomos de un gran cambio que se inicia desde las familias y la educación, generando una cultura nacional de emprendimiento, esfuerzo y generación de valor agregado. No simple copias de lo que viene desde afuera.
En tal sentido, el empresario no debe ser excluido de los procesos de innovación e inserción global sino vincularlo como un componente clave de las cadenas productivas o clústers. El éxito en los mercados internacionales no se logra con esfuerzos de unos meses. Hay que tener una visión estratégica de muy largo plazo y una de las invitaciones que queremos hacer hoy es a que miren las oportunidades comerciales que existen en el marco de los nuevos acuerdos comerciales.
Colombia debe aprender a trabajar en equipo para hacer frente a las presiones que se sobrevienen desde afuera y hacer frente a los nuevos retos de bilateralismo y asociaciones de unidades económicas continentales tradicionales que hacen peso y crean barreras materiales e inmateriales para el progreso de la región.
Un ejemplo es el nuevo proyecto de tratado comercial entre la Unión Europa y los Estados Unidos que podría aumentar los precios de los productos exportados. Hay que incentivar a las Pymes a exportar sus productos innovadores y encontrar nuevos mercados y así vencer el miedo y trabajar juntos para dejar de ser simples hojas al viento en el corto plazo. El país deberá tomar en serio y desarrollar a fondo los siguientes temas.
-Crear e implementar una estrategia nacional de Propiedad Intelectual, competencia agro-industrial y manufacturas para la protección de los derechos de propiedad intelectual que contribuya a la transferencia, intercambio y difusión de las tecnologías sostenibles. Al fortalecer la competitividad agro industrial, la cooperación internacional e intercambio de información, se genera una cultura de la competencia para lograr valor agregado en productos y servicios locales.
El objetivo es alcanzar mayor bienestar social y económico y el equilibrio entre los derechos individuales y el interés público para el justo y equitativo desarrollo de las regiones de Colombia. Es urgente y de manera eficaz utilizar los mecanismos de flexibilidades contemplados en el acuerdo de Propiedad Intelectual en el marco de la OMC. A la vez, es necesario desarrollar, con inteligencia de mercados, el tema de las denominaciones de origen protegidas para ser más relevantes los productos nacionales en el exterior.
También se requiere utilizar las licencias obligatorias por parte del gobierno nacional para garantizar el acceso a las medicinas a precios bajos, así como la protección de los recursos genéticos, el conocimiento tradicional y el folclore de los pueblos indígenas. Hay que diseñar una infraestructura adecuada para la protección de la propiedad industrial en Colombia y alternativas distintas a las patentes que generalmente afectan la generación y evolución de nuevas creaciones para garantizar acceso a los medicamentos y, en general, evitar profundizar la toma de medidas para la protección de la Propiedad Industrial que vayan más allá de los acuerdos de la OMC, conocidas comúnmente como presiones TRIPS-plus.
-Colombia deberá crear un plan nacional de innovación, emprendimiento e infraestructura para el desarrollo sostenible: (infraestructura, competitividad y reformas institucionales, integralidad y multisectorialidad del agro colombiano). Otra variable clave es el establecimiento de reglas de juego claras y estabilidad jurídica para empresarios e industriales con el fin de que se respete los límites medio ambiente, se acabe la incertidumbre jurídica en el tema de propiedad rural y en el avance de la investigación y la transferencia e intercambio de tecnologías sostenibles
-Lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Es importante determinar qué falta hacia el 2015, cuál es el panorama en Colombia y cuáles son los objetivos que aún faltan por cumplir y qué estrategias debe seguir el país. Es muy grave ver morir madres en la etapa importante del embarazo o presenciar silenciosamente la perdida de niños de los sectores más vulnerables de la sociedad. Para que esta cultura del emprendimiento se radique en la conciencia de los colombianos, primero debemos derrotar la indiferencia. Una vez esto pase, el emprendimiento será el nuevo paradigma y las nuevas generaciones de empresarios trabajarán por el progreso del país con responsabilidad social. Esa es la paz estable y duradera que anhelamos.
*Executive Director, CEO Centre for International Economic Law, Innovation and Trade for Sustainable Development- Stockholm-Brussels- Bogotá. David Betancourt obtuvo una Maestría en Ciencias Jurídicas, una especialización en Derecho Europeo y una segunda Maestría en Derecho Internacional de la Propiedad Intelectual de la Universidad de Estocolmo.
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