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La cura no puede ser peor que la enfermedad

-La pandemia de alcance global Covid-19 nos hace pensar en la necesidad imperante de declarar los medicamentos como bienes públicos globales. Es hora de reformar el sistema internacional de propiedad intelectual, en especial el régimen de patentes, toda vez que la humanidad precisa de investigación y desarrollo inminente. Gran parte de los descubrimientos y avances farmacéuticos se han realizado con inversión estatal, varias multinacionales farmacéuticas en las últimas semanas han orientado su estrategia hacia la aplicación de nuevas patentes, datos de prueba y modelos de utilidad orientados más a incrementar sus regalías que a salvar a la humanidad de esta pandemia mortal sin precedentes.

-Un sistema legal que permite el monopolio de transnacionales trae más desigualdad y menor crecimiento y la falta de liderazgo y cooperación de los organismos internacionales encargados de tomar medidas contra la pandemia es evidente. Pero no todo está perdido, el Presidente de Costa Rica envió una carta al Director de la OMS en la que solicita que se permita el acceso y uso de la propiedad intelectual que protege las tecnologías para detectar, prevenir, controlar y tratar la pandemia por COVID-19. Este “pool” de tecnologías que incluiría patentes, derechos de autor, datos de prueba, investigación para el diagnóstico, tratamiento, medicinas y vacunas entre otros constituye sin lugar a dudas una esperanza para enfrentar el virus. Esta propuesta ha sido respaldada por directores de empresas farmacéuticas globales, diferentes organizaciones de salud pública mundial y por el propio director de la OMS.

-Esperemos que esta oportunidad para la transferencia tecnológica, la financiación y cooperación global no sea desaprovechada y sea respaldada por los gobiernos del mundo, Colombia debe liderar haciendo seguimiento a este tema toda vez que como lo expondré más adelante, la estrategia de control de precios o de uso de licencias obligatorias en el marco de un Estado de emergencia son medidas insuficientes que requieren de otras acciones urgentes de excepción. Antes de presentar la estrategia recomendada para Colombia, veamos algunas medias que han tomado diferentes países de la región en lo que hace a cambios regulatorios recientes:

- Chile e Israel han solicitado poner en marcha el mecanismo de licencias obligatorias que permitiría desarrollar localmente medicamentos a bajo coste más conocido como genéricos previo pago de regalías a los titulares de dichos derechos. Ecuador ha hecho lo mismo, además ha solicitado el acceso a datos de prueba y el uso público no comercial. Canadá y Alemania busca por ley dejar sin efecto las patentes. Los ministros de ciencia y tecnología de: España, Australia, Brasil, Canadá, Francia, Alemania, India, Italia, Japón, Nueva Zelanda, Corea del Sur, Portugal, Singapur y Reino Unido han declarado “que se estudie la posibilidad de excepcionar también la regulación mundial de patentes, con el objetivo de acelerar los procesos de licencia y transferencia de tecnología, para poder fabricar determinados productos en todo el mundo de manera rápida.”

- La verdadera riqueza de los países se debería medir ahora en su capacidad de responder de manera eficaz a la pandemia y de salvaguardar la vida y la salud de todos los habitantes sin excepción o exclusión alguna. Todas las vidas tienen el mismo valor.

- Finalmente quiero resaltar algunas propuestas recientes sobre la que debería ser la hoja de ruta de países como Colombia frente a este reto de enormes dimensiones éticas, legales y existenciales. La propuesta de Costa Rica debería ser la bandera de toda la región y del mundo entero pues favorece a todos los países interesados. El uso de licencias obligatorias se ha intentado en el pasado, sin éxito por distintas razones. Recordemos el caso del (lopinavir/ritonavir) para tratar el VIH/SIDA terminó en regulación de precios. El remdesivir, está también siendo estudiado para para el COVID-19 tiene patentes y hay otras en proceso de estudio. Lo mismo hay que decir frente a los medicamentos contra la Hepatitis C y recientemente el debate relacionado con el IMATINIB terminó también en regulación de precios y no en licencias obligatorias que si han sido usadas por países como Brasil e India.

- En conclusión, compartimos la argumentación del DIME, el Centro de Pensamiento Medicamentos Información y Poder de la Universidad Nacional de Colombia y el Centro ODS de la Universidad de Los Andes tendiente a direccionar la política del Gobierno Nacional de suspender los efectos de exclusividad de las patentes para responder a la pandemia. Esto es, decretar la suspensión temporal de los derechos de propiedad intelectual (monopolios) que otorgan las patentes, los datos de prueba y los modelos de utilidad sin que ello signifique ninguna infracción pues se puede establecer un mecanismo posterior para el pago de regalías; suspender todos los trámites de patentes y otras formas de propiedad intelectual y trámites de patentes, modelos de utilidad y protección de datos de prueba en la SIC y en el INVIMA, sobre tecnologías o información que pudieran ser útiles para hacer frente a la pandemia. Solicitar a las empresas que tengan secretos industriales relevantes para el desarrollo de respiradores mecánicos por ejemplo que revelen dicha información de interés público. Impedir el acaparamiento y garantizar el abastecimiento de medicamentos y los insumos que sean necesarios para producir en Colombia los medicamentos necesarios para la totalidad de ciudadanos y residentes en el territorio nacional. Todo en el marco del Estado de Emergencia, Económica, Social y Ecológica del Decreto 476 de 2020.

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